Durante los festejos por los 105 años de la fundación de LA GACETA, la vicepresidenta del directorio, Ana Cristina García Hamilton, celebró el crecimiento de las audiencias y ponderó los nuevos vínculos que se establecen desde todas las plataformas de nuestro diario con sus lectores.
El discurso completo
La curiosidad y la creatividad son esenciales en el periodismo y son un signo de los tiempos actuales, llenos de cambios, de dinamismo y ávidos de reflexión. En el primer número de LA GACETA, hace 105 años, se prefiguraba esa esencia del periodismo, al describir que los medios debían responder a los intereses y a las necesidades de los ciudadanos a toda hora y en todo lugar.
Aquellos eran los intereses de una sociedad pujante, la del primer centenario que se expandía y que proyectaba su futuro con las ideas del desarrollo y con la cual LA GACETA se consustanció de tal modo que la identidad de nuestro diario se fusionó con la de Tucumán. LA GACETA atravesó y reflejó los avatares de la provincia con una mirada crítica que analizaba el presente, recordaba el pasado y trataba de poner proa al futuro para contribuir a la formación de una sociedad consolidada.
Hoy la vida es más dinámica que en aquel entonces y la ampliación de las fronteras en la aldea global ha determinado una sociedad integrada a un mundo surcado por informaciones. Los diarios han cambiado: a la comunicación desde el papel se ha sumado la comunicación digital y las audiencias no sólo se informan a través de múltiples plataformas sino que participan en el proceso de la comunicación, lo cual ha dado lugar a nuevos vínculos de los medios con sus audiencias.
Curiosamente en medio del vértigo informativo y de la velocidad en la que estamos inmersos desde que Internet y el celular se han adueñado de nuestros tiempos, el pasado ha tomado un protagonismo muy especial. Por eso nuestro archivo desde hace ya tiempo está en un proceso de mejora de su estructura y servicios. Actualmente ya tenemos disponibles 530.000 páginas digitalizadas y guardamos unas 10.000 imágenes clasificadas. Todo esto implica una dinámica de cambio que ayuda a que el archivo sea una unidad de negocios nueva y dinámica que sigue creciendo con los servicios que ofrece a los lectores.
En el entorno digital esas audiencias se suman a los cambios que ha permitido la tecnología, mediante el uso de smartphones y aplicaciones que llevan a una comunicación multimedia, interactiva e hipertextual. Esa tecnología también ayuda a conocer los gustos y los requerimientos de los usuarios y hoy se hace cada vez más posible el diario a la carta y la interpretación de las inquietudes de los lectores, a la vez que es posible hacer la medición para monitorear audiencias y contenidos.
LA GACETA participa activamente en ese proceso de cambio, en momentos que su edición digital, a 20 años de su creación, registra un crecimiento sustancial: hoy tiene 500.000 visitas por día y 4 millones de visitantes únicos mensuales, mientras desarrolla nuevas plataformas de comunicación, como LA GACETA TV.
Al mismo tiempo, estamos actualizando nuestro producto de acuerdo a las nuevas tendencias internacionales, para facilitar el uso del sitio por parte de los lectores y brindar un mejor servicio, tanto en desktop (escritorio o PC) como en el móvil (celulares o tablets). Hemos lanzado un "login wall", o muro de registro, y avanzamos hacia la eliminación paulatina, pero definitiva, del anonimato en los comentarios de las notas, lo cual es un gran paso hacia una mejora de la comunicación y a una toma de responsabilidad en la difusión de contenidos en un mundo en el que la circulación de "fake news" o informaciones falsas en las redes sociales ha generado diversos conflictos.
El actual escenario mediático requiere de una nueva concepción del periodismo, en la que se rescaten los valores tradicionales del quehacer periodístico y se incorporen nuevas destrezas, conocimientos y fórmulas para elaborar información de calidad y de servicio en diversos soportes, de acuerdo con las necesidades informativas del usuario. Esto implica otra dinámica informativa sin dejar de lado los valores inmanentes del periodismo, como el rigor, la precisión, la claridad, el compromiso con la verdad, el servicio a la sociedad y la ética, requerimientos básicos de la libertad de expresión, hoy más vigentes que nunca, y tan urgentes como en aquel lejano 1912 cuando LA GACETA nacía en esa pujante aldea tucumana.
Desde hace tres años, cada uno de esos valores del periodismo y de nuestro diario están arraigados a LA GACETA Salta. Nuestro equipo de trabajo y nuestras producciones ya son parte de la cotidianeidad de la vida salteña. Nos falta dar el último paso para que su autonomía permita que el hijo que se fue a vivir lejos crezca en esas tierras. Ese es el desafío trazado para este emprendimiento que también nació un 4 de agosto como hoy.
Hace 105 años, desde aquella sociedad del centenario, hubo un camino de dificultades y de desafíos que han consolidado la identidad de los tucumanos, tal cual se pudo apreciar el año pasado, en ocasión de la celebración del Bicentenario de la Independencia, que ha permitido hacer un profundo análisis sobre el derrotero y sobre las ilusiones de los tucumanos. Eso dio lugar a ideas fuerza y expectativas tendientes a sentar bases de coincidencia en asuntos de todos los ciudadanos con miras a mejorar las instituciones y la consecución de objetivos comunes a todos. El año transcurrido desde entonces nos permite vislumbrar trabas y también ilusiones que se mantienen intactas.
La mejora de la institucionalidad es uno de esos grandes desafíos tucumanos. La reforma política, prometida en la asunción de las autoridades provinciales hace un año y medio, es uno de los caminos para sanear las instituciones y mejorar la calidad de nuestra vida democrática. A tal fin se hizo el ciclo de encuentros con representantes y organizaciones de la vida civil con miras a promover esa reforma pero el intento parece haberse desvanecido y en ello están en deuda los representantes políticos, hoy enfrascados en los enfrentamientos de una campaña electoral insólita, con discursos llenos de palabras como unidad y transparencia, pero que están vaciadas por una realidad henchida de peleas y confrontación política, que no les dejan espacio a los ciudadanos para entender qué es lo que está pasando.
Precisamente en ese marco, fortalecer la institucionalidad permitiría separar la batalla política del funcionamiento normal de la sociedad. Pero las instituciones están débiles y sus hombres aparecen más en esos conflictos que en concreciones para mejorar la vida colectiva. Los recientes episodios en los concejos deliberantes de la Capital y de Yerba Buena dan cuenta de esta debilidad institucional. Frente a ello, la crisis de la Justicia aporta una cuota de incertidumbre. El organismo que debiera ser el sostén para resolver en última instancia los conflictos que la sociedad no ha podido zanjar, se encuentra atravesado por cuestionamientos tanto entre sus principales figuras como en su funcionamiento. La Justicia Penal, que acaba de concretar la reforma de su Código Procesal, no encuentra los medios para realizar el cambio mientras se desmorona en luchas intestinas.
En ese desafío de la vida tucumana LA GACETA TV ha lanzado este año un nuevo aporte, a través de su programa televisivo Panorama Tucumano, que en sus 12 emisiones ha abordado impactantes asuntos de la realidad de la provincia y ha ayudado al compromiso de funcionarios y de la Justicia para promover mejoras en los problemas detectados y desarrollados por nuestro equipo periodístico. Los tucumanos han respondido con amplia participación a la propuesta periodísitica, con un apoyo sostenido y crecimiento de los niveles de audiencia, y las investigaciones han generado cambios reales a nivel político y judicial.
Esta experiencia consolida el vínculo de LA GACETA con su sociedad. Nuestra edición en papel mantiene amplias preferencias de lectura al mismo tiempo que se desarrollan las tendencias de lectura digital, que abren paso a un mundo de convergencia mediática para en el cual LA GACETA participa activamente, consciente de su responsabilidad de sostener los valores de esa sociedad pujante de aquel entonces y de transmitir sus inquietudes y necesidades. El viejo eslogan de nuestro medio "sí es verdad, lo dice LA GACETA", se reactualiza constantemente en la reaformación de principios éticos básicos para reflejar lo que está pasando en nuestra sociedad.